jueves, 14 de junio de 2012

Hacia una Psicología abarcativa y alternativa

Por Máximo E. Calderón

Aunque a algunas personas últimamente está empezando a molestarle el hecho de que a ciertas disciplinas se las llame “alternativas”, y prefiere que se las llame “complementarias”, la verdad es que estas disciplinas son lo que son per se, y solamente el uso que le demos las convertirá en alternativas a otra cosa, o complementarias de otra cosa.
Al hablar de “alternativas” estaríamos sugiriendo que entre una gama mínimamente dual de posibilidades, nosotros elegiríamos una alternativa a lo tradicional. Sin embargo en la práctica no es así. Nosotros podemos ayudar a los tratamientos ortodoxos con algún otro tipo de terapéutica, sin plantearnos el tener que elegir entre uno u otra. Aún así tampoco necesariamente estas terapéuticas deben ser complementarias a algo, ya que en muchas ocasiones se pueden y hasta es altamente recomendable el utilizarlas sin mezclarlas con otros métodos.

Un ejemplo muy simple es el tratamiento del dolor con acupuntura. Ésta siempre será mejor que la simple utilización de químicos analgésicos.
 Justamente la acupuntura, a la que actualmente consideramos como parte fundamental de la Medicina Tradicional China, apareció o en realidad reapareció como una alternativa “necesaria” en la China de Mao Ze Dong, en momentos en que no existían suficientes médicos en ese territorio y el sistema sanitario posterior a la Revolución Comunista había colapsado. Así fue que Mao reclutó a todos los curanderos y sabios incógnitos (curadores herbales, acupuntores, etc.), les hizo difundir sus conocimientos, y los mandó a todos a recorrer el país buscando generar un sistema de salud mínimamente aceptable.

A aquellos médicos que curaban con la antiquísima medicina tradicional, mezclada a veces con algunos pocos medicamentos modernos, se los llegó a llamar los “médicos descalzos” ya que esa era su característica distintiva. A ellos se debe el resurgir de estas viejas prácticas, que no por viejas han perdido efectividad, sino que cada vez cuentan con más respaldo en el mundo científico occidental.
Algo similar es lo que ha ocurrido en Sudamérica con los médicos Kalawaya de origen Aymara, que actualmente tienen su ciencia reconocida por la UNESCO como patrimonio de la Humanidad.

Hecha esta aclaración, comenzaremos con el desarrollo de este pequeño bosquejo de psicología, que desde un recorrido de todas las corrientes y escuelas, busca enseñar y luego dejar abierta la puerta al paciente, para que busque su propia alternativa, mientras que con su profesional psicólogo, pueda elegir extraer lo más útil de cada afluente.

 Conociendo las Escuelas

Si bien en cierto sentido podemos decir que la Psicología, data del primer momento en que el hombre se planteó sus incógnitas respecto al comportamiento humano, la Psicología como ciencia apenas pasa el centenar de años.
Cuando los que buscaban respuestas dejaron de confiar solamente en su intuición, y empezaron a reunir información a través de observaciones metódicas y experimentos controlados, estas personas dejaron de ser filósofos para convertirse en psicólogos.
Y aún más. La Psicología es hija de la Filosofía, pero también de la Fisiología, que estudia todos los procesos vitales del organismo.

No deberemos nunca creer que la Psicología es un plexo coherente de conocimientos y que nosotros tendremos un punto de vista diferente. La Psicología misma tiene muchas corrientes y puntos de vista, muchos de ellos diametralmente opuestos entre sí, y que en su momento generaron grandes controversias entre las distintas escuelas. Veamos a continuación cuáles son esas Escuelas.

1- Estructuralismo: fundada por Wilhelm Wundt, conocido como “el padre de la psicología”. Fue el primero que se definió a sí mismo como psicólogo.
Transformó la observación filosófica en observación experimental, y puso mucho énfasis en la observación y medición de las reacciones fisiológicas. Su trabajo generó que muchos lo resistieran al pensar que tantos experimentos podían llevar a la locura a un ser humano.
La Religión, mientras tanto, opinaba que esos experimentos ofendían a Dios al poner el alma humana en una balanza.
Para esta Escuela, la estructura de la mente humana consistía en una serie de unas 30.000 sensaciones, sentimientos o imágenes separadas y nada más.
Obviamente el Estructuralismo dejaba de lado temas importantes como la motivación, las diferencias individuales, y lo que fuera el centro de las investigaciones de Freud, que eran los trastornos psicológicos.

2- Funcionalismo: fue el primer sistema netamente americano. Desarrollaron muchos métodos de investigación y buscaban acumular conocimientos que pudieran aplicarse a la vida cotidiana. Esta corriente fue la fundadora de la psicología escolar.

3- La Gestalt: es una Psicología integrativa. Los psicólogos alemanes que fundaron la escuela de Gestalt a principios del siglo veinte, promovieron la idea de que no son los elementos individuales de la mente los importantes (como mantuvieron los estructuralistas), sino la “gestalt”, o sea la forma o configuración que estos elementos se conforman.
Al contrario de los conductistas, los gestaltistas reconocían la importancia de la conciencia, pero se oponían a considerarla como un conjunto de piezas sueltas.
Un punto de vista que tuvo gran impacto fué su estudio de la percepción.

 4- Psicoanálisis: cuando Sigmund Freud desarrolló el Psicoanálisis, complementó la psicología de la conciencia de Wundt, con su psicología del inconsciente.
Su interés no se basó en la acumulación de conocimientos sobre la mente normal, sino en la aplicación inmediata de una nueva manera de tratar individuos que manifestaban un comportamiento anormal.
Freud creía que ciertos y poderosos impulsos biológicos, principalmente de naturaleza sexual, influían en el comportamiento humano. Opinaba que estas tendencias eran inconscientes, y que creaban conflictos entre el individuo y las normas sociales.
El enfoque freudiano generó violentas controversias, algunas de las cuales hoy subsisten. Algunos discípulos de Freud modificaron su enfoque básico mientras que otros como Jung y Adler, se separaron de él.
En la Argentina de la actualidad, el psicoanálisis más utilizado es el de Jacques Lacan.

5- Conductismo: esta gente pensaba que no valía la pena intentar imaginarse lo que la gente ve o siente (como hacían los estructuralistas), y como piensan y por qué (como hacían los funcionalistas). En su lugar se concentraron en lo que ellos realmente podían ver.
Reemplazaron la introspección, por estudios de laboratorio sobre el condicionamiento, que es un tipo de aprendizaje. Si se podía determinar el tipo de respuesta que daría una persona o un animal, frente a un estímulo determinado, opinaban que se conocería lo más importante de la mente.
Los conductistas hacían hincapié en la importancia del ambiente en la formación de la naturaleza humana, y restaban importancia a las características hereditarias.

6- Psicología humanista: esta rama de la psicología a menudo es llamada “la tercera fuerza” (luego del conductismo y el psicoanálisis). Psicólogos como Abraham Maslow y Carl Rogers, protestaron contra lo que ellos consideraron la estrechez de las dos primeras corrientes.
Sostienen que el conductismo dice muchas cosas sobre la conducta, pero poco sobre las personas; y que el psicoanálisis dice mucho sobre los perturbados mentales, pero poco sobre los sanos.
El humanismo ha intentado ampliar los contenidos de la Psicología para que incluya aquellas experiencias humanas que son únicas, tales como el amor, el odio, el temor, la esperanza, la alegría, el humor, el sentido de la vida y la responsabilidad, todos ellos aspectos de nuestras vidas que generalmente no son estudiados, ni se escribe sobre ellos de una forma científica, porque se resisten a ser definidos, manipulados y medidos.
De esta escuela se desprende la Psicología Transpersonal.

7- Psicología Cognitiva: es una de las escuelas psicológicas más recientes, y a partir de las corrientes principales de la psicología experimental, intenta descubrir que procesos de pensamiento tienen lugar en nuestra mente.
Los cognitivos no se conforman con el análisis del comportamiento en términos de simples conexiones “estímulo-respuesta”, sino que intentan comprender la forma en que la mente procesa la información que percibe. Como organiza, recuerda y utiliza esta información.
Dentro de esta escuela hay una corriente, o en realidad una sub-escuela conocida como “Neuropsicología”, que se basa en el estudio del funcionamiento fisiológico del sistema nervioso. La Neuropsicología reniega de los diagnósticos especulativos que se dan en el psicoanálisis, afirmando que quizá no es un trauma inconsciente el que provoca una reacción patológica, sino una disfunción o lesión real a nivel cerebral.
Es la más pragmática, y emparentada con la Psiquiatría y la Neurología.

Si a nosotros nos tocara elegir un punto de vista, deberemos reconocer que la Neuropsicología tiene absoluta razón, pero aún no podemos afirmar con certeza el orden en que se presentan la falla psicológica, la falla funcional y hasta la falla orgánica.
No adheriremos absolutamente a ninguna Escuela, pero vamos a continuar nuestro enfoque basándonos en las últimas dos, con algo de influencia de la escuela alemana de la Gestalt.  


Areas de especialización

Como pudimos apreciar al hacer un recorrido de las diferentes Escuelas, la Psicología es una ciencia compleja y con muchas maneras diferentes de observar la mente y el comportamiento humano. También así, tiene diferentes maneras de aplicar los conocimientos obtenidos en diferentes campos de intereses.
Hacemos un recorrido de la aplicabilidad práctica que tiene la Psicología.

- Psicología Clínica: Esta rama estudia, diagnostica y trata con problemas emocionales y conductuales, que pueden variar de leves a muy graves. A veces los clínicos difieren entre ellos acerca de las causas de muchos de los problemas y la mejor manera de tratarlos.
En la práctica trabajan de una manera similar a los Psiquiatras, dedicándose a individuos perturbados, pero sin llegar a prescribir ningún tipo de medicamentos alopáticos.
- Asesoramiento psicológico: generalmente funciona como un departamento especial dentro de una empresa o en una institución escolar o que agrupe muchas personas.
Trabajan ayudando a resolver problemas relacionados con el trabajo académico o la orientación vocacional.
 - Psicología educativa y escolar: estos profesionales se sirven de los principios y técnicas psicológicas para orientar los métodos de aprendizaje de niños con problemas de retraso en el aprendizaje, superdotados intelectualmente, o niños que tengan problemas de sociabilidad o de integración.
- Psicología experimental: estos psicólogos estudian procesos psicológicos básicos, tales como la sensación, la percepción, el aprendizaje, la memoria, el conocimiento, la motivación y la emoción. Trabajan principalmente en los laboratorios y utilizan tanto animales como seres humanos en sus investigaciones.
- Psicología fisiológica: investiga las bases biológicas del comportamiento, especialmente el sistema nervioso y el sistema endócrino. Recientes trabajos sobre las bases fisiológicas de la memoria han puesto de manifiesto la estrecha relación entre psicólogos experimentales y fisiológicos.
 - Psicología evolutiva: esta psicología está principalmente basada en las observaciones que hiciera Piaget con sus hijos, y estudia los cambios que se van produciendo a lo largo de la vida. Algunos se concentran en algunas épocas determinadas de la misma, y otros se centran en la evolución de determinados procesos durante toda la vida, tales como el desarrollo del razonamiento moral desde la infancia hasta la edad adulta.
- Psicología de la personalidad: a través de entrevistas y pruebas especialmente elaboradas, describe y mide la personalidad, y luego formula teorías acerca de su desarrollo. Bucea en encontrar las razones que hacen que una persona sea confiada o recelosa, pesimista u optimista, honesta o deshonesta, buscando relacionar las experiencias tempranas con los rasgos heredados en forma genética.
- Psicología social: trabaja resolviendo problemas prácticos que surgen de las relaciones públicas, la publicidad, los lugares de trabajo, la convergencia de miembros de diferentes etnias y casi todas las circunstancias en que la gente se relaciona.
- Psicometría: se maneja con diferentes tipos de testeos, que pueden buscar descubrir desde el CI del aspirante a un empleo, hasta los rasgos psicopáticos que pueda tener ocultos alguna persona aparentemente dócil.
Los diferentes test de personalidad se diseñan identificando las características que se quieren medir, generando los elementos de prueba y desarrollando después métodos estadísticos para interpretar las puntuaciones.
- Psicología industrial y de las Organizaciones: su función es convertir cada lugar de trabajo en un lugar más confortable y productivo, tanto para los trabajadores como para los empresarios.
Son especialistas que desarrollan técnicas para adaptar el trabajo al trabajador, formar trabajadores, evaluar la organización interna y fomentar la buena comunicación y un adecuado estado de ánimo de los empleados.
Dentro de esta psicología también se considera la Ergonomía, que busca aumentar la productividad,  adaptando la comodidad y practicidad de los elementos de trabajo a la forma física de la persona que los va a utilizar.

 Formas de captar el mundo

 Antes de organizar los conocimientos que el animal pensante tiene, primero debe captarlos, debe tomarlos de donde vienen, interpretarlos y convertirlos en una información rotulada que llevará a la comprensión. Pero... ¿cómo es que captamos el mundo para luego poder comprenderlo?
Lo captamos a través de la sensación y de la percepción.

La “sensación” es lo que sentimos como respuesta a la información externa o interna que nos llega a través de nuestros órganos sensoriales. La “percepción” es la manera como el cerebro organiza estas sensaciones para darles un sentido.
Esa información que llega a nuestros sentidos es siempre alguna forma de energía que para nosotros representa un “estímulo” y ese estímulo debe repercutir en los sentidos con suficiente fuerza para causar en ellos una impresión.
Si el estímulo no fuera lo suficientemente fuerte, no llegaría a causar impresión alguna y esto es lo que en Psicología se llama el umbral absoluto. Esto es la intensidad mínima necesaria para que un estímulo pueda ser percibido.
Sin embargo la respuesta a esos estímulos no será siempre la misma y puede darse una disminución en los niveles de respuesta de los receptores sensoriales, frente a una estimulación continuada. Es lo que se llama “adaptación”.

Una vez que tenemos una idea de lo que significa sensación y lo que significa percepción, vamos a recordar que de los cinco sentidos más conocidos: vista, gusto, oído, olfato y tacto, tenemos otros en permanente funcionamiento como lo son el vestibular,  el propioceptivo, el cinestésico y el interoceptivo.

La visión: el ojo humano ve la energía electromagnética en forma de ondas luminosas que impactan directamente sobre los bastoncillos y conos de la retina. Estas células foto-receptoras son sensibles a la luz y la oscuridad.
De acuerdo con la teoría tricromática, vemos los colores primarios verde rojo y azul, y todos los demás colores son frutos de las combinaciones de éstos.
La audición: al sonido lo diferenciamos por intensidad y tono. La intensidad se mide en decibeles y describe la amplitud de las ondas sonoras. El tono se mide en hertz (ciclos por segundo) y depende de la frecuencia de las ondas.  
Las células del órgano de Corti captan la vibración que en forma mecánica transmitió el oído medio al oído interno, y la transforman en información bioléctrica que llegará de allí a la zona correspondiente del cerebro.
El tacto: en realidad este sentido está compuesto por varios sentidos diferentes que producen las sensaciones de frío, calor, presión y dolor. El dolor cumple la función de avisarnos de un peligro y el cerebro suele responder al mismo generando endorfinas, que alivian o contrarrestan el dolor.
Los sentidos químicos: nuestros receptores gustativos distinguen entre cuatro diferentes sensaciones, dulce, salado, ácido y amargo. Todos los sabores son descriptos en términos de combinaciones de estas cualidades. El sabor también está asociado al olfato ya que en el cuerpo amarillo de la nariz, impactan las moléculas que flotan en el aire y se produce la sensación de olor.
El sentido de la propiocepción: nos informa del movimiento de las distintas partes de nuestro cuerpo y de su posición en el espacio. El sistema vestibular es el responsable de nuestro sentido de equilibrio.

Respecto a la organización perceptiva, es importante el aporte que ha realizado la escuela de la Gestalt con sus cuatro leyes, que subrayan la importancia de las configuraciones globales en la observación. Estas leyes son:

1 - Ley de continuidad: según la cual nuestra mente continúa en la dirección sugerida por el estímulo.

2 - Ley de proximidad: ya que nosotros agrupamos elementos que se encuentran cercanos entre sí, realizando conjuntos imaginarios.

3 - Ley de semejanza: según la cual nuestra mente agrupa los elementos que considera parecidos.                   

4 - Ley del cierre: es nuestra tendencia a completar configuraciones que están incompletas.

Los gestaltistas también indicaron otra manera común de organizar las sensaciones, dividiéndola en una “figura” (el objeto sobre el cual enfocamos nuestra atención) y un “fondo” (el fondo del objeto focalizado). Cuando "la relación figura-fondo" es ambigua, nuestras percepciones de la figura y el fondo se alternan. No las podemos ver al mismo tiempo.

Estas reglas valen también para otras sensaciones, inclusive las que percibimos a través del tacto, el gusto, el olfato y el oído.
Estas leyes y estudios de la Gestalt, deben ser tenidos en cuenta siempre que observemos cualquier tipo de reacción y de organización de los estímulos. A nivel netamente psicológico interno, las mismas leyes siempre se cumplen a la hora de organizar nuestros pensamientos, nuestras preferencias, nuestros proyectos y todas nuestras observaciones en general, tanto del mundo externo como de nuestra propia psiquis.

Un acercamiento a la Psicología Transpersonal

Como habíamos dicho antes, surge de las entrañas mismas de la Psicología Humanista con el llamado “Psicólogo del LSD”, el controvertido Stanislav Grof, que estableciera allá por la década del sesenta y en pleno auge del hippismo, lo que serían las raíces de la Psicología Transpersonal.
              
Si bien los comienzos tuvieron que ver mucho con la utilización de alucinógenos para generar estados de conciencia alterados, más adelante se empezaron a buscar métodos menos riesgosos pero igualmente efectivos. Así fue que ahondando en las culturas orientales se conocieron los métodos del yoga, la meditación, y los distintos trabajos de energía que se realizaban tanto en India como en lugares tan recónditos como el mismo Tibet.

Esta comunión con la espiritualidad de lejanas culturas, hizo que esa Psicología trascendiera la mera búsqueda de los estados alterados y su investigación. Se comenzó a respetar cada vez más la espiritualidad de las prácticas orientales, y se empezó a ver un nuevo enfoque más trascendente aún del que hubieran imaginado antes las otras Escuelas.

El enfoque espiritual

El término “transpersonal” significa literalmente - a través de la persona -, y actualmente se lo está utilizando para indicar la personal experiencia de vivir estados alterados de conciencia y sacar un buen provecho de ello, logrando un contacto profundo con el verdadero “yo” íntimo. Se reúnen aquí las más variadas experiencias místicas de todas las religiones, con los conocimientos científicos de la moderna Psicología.

Lo que la Psicología Transpersonal busca es expandir el campo de la investigación psicológica, para buscar un profundo estudio sobre los estados de salud y sus verdaderos orígenes. También busca optimizar el bienestar psicológico, aunque claro está, esto no es distinto de lo que buscan las otras Escuelas Psicológicas.
Sin embargo debo destacar algo, y es el hecho de la inconveniencia para algunas personas de la realización de estas prácticas.

Es sabido que todos en mayor o menor medida, tenemos rasgos neuróticos o manifestaciones de neurosis en distintos grados. Sin embargo con la psicosis no ocurre lo mismo. Dejando de lado las psicosis producidas por distintos tipos de demencia, por enfermedades que lleguen a afectar la conciencia, o por la utilización de estupefacientes, la psicosis no se hace, sino que psicótico se nace.

Pueden pasar muchos años sin manifestaciones o inclusive quizás toda la vida, pero si en algún momento algún suceso funciona como detonante, la psicosis sale a la luz  y se convierte en una enfermedad que pudo haber estado latente toda la vida, y resulta que un estímulo específico lo sacó a la superficie.
Estos mismos resortes que hacen que un psicótico potencial se transforme en un psicótico de hecho, causan un efecto nulo en personas que no tienen esa epigénesis, las cuales inclusive pueden recibir estímulos mucho más fuertes, y sin embargo no desarrollarán una psicosis de ningún tipo.

Un esquizofrénico no se hace; nace. Es dable suponer que si esos estímulos dañinos, o noxas negativas por acción u omisión, no hubieran existido, el enfermo no hubiera desarrollado su psicosis. Pero es más cierto aún que si no hubiera tenido en sí mismo esa inclinación, su psicopatología nunca se hubiera desarrollado.        
De ahí entonces el peligro de ciertas prácticas con los estados alterados de conciencia.

Antes de comenzar a trabajar, debe investigarse muy bien si el paciente tiene o no rasgos psicóticos, ya que si no lo hiciéramos podríamos estar haciéndole más mal que bien, al detonar algo que puede ser muy dañino.
Es entonces una gran responsabilidad la que lleva sobre sí el profesional que trabaje con estados alterados de conciencia,  ya que sería muy negativo que un paciente se hiciera tratar por ejemplo por un problema de insomnio o autoestima, y al poco tiempo anduviera escuchando voces que le hablan, y sospechando que está definitivamente loco.

Dentro de la Psicología Transpersonal, se engloban también los profesionales que combinan la astrología con la psicología, que trabajan con "angeles", que hacen regresiones, y otras cosas que en lo personal, no me convencen y me parecen poco serias.

Factores que forman la personalidad

Según el principio de razón suficiente, “personalidad” sería lo que hace que una persona sea lo que es y no otra cosa. La raíz de la palabra “persona” viene del compuesto per-sonare, que significa, “porque suena”.
Esto en un momento de la historia, vino a darle cierto reconocimiento casi humano a la casta de los esclavos, que en la mayoría de los estados antiguos no solo no existían como ciudadanos, sino que ni siquiera eran considerados seres humanos, sino solamente propiedades.
A partir de la creación de la palabra “persona”, los seres humanos en general revistieron mínimamente un carácter igualitario, solamente porque emiten sonidos o sea porque suenan. Claro está que los animales también emiten sonidos y sin embargo por un arbitrio del lenguaje y por una convención de los humanos, no son considerados “personas”.

Vamos ahora a la formación de eso que hace que las personas sean lo que son y no otra cosa. Hablo de la personalidad.
El primer factor importante es la herencia genética. Esta herencia determina un tipo de comportamiento que en interacción con el medio, va modelándose y formando una personalidad autónoma y diferenciada de todas las otras.

Más allá de esa herencia genética, los primeros contactos del niño pueden generar personalidades resentidas, fracasadas, exitosas, optimistas, fuertes o pusilánimes.
Los padres o quienes cumplan esa función, serán los principales determinantes de la personalidad del niño, el cual tendrá su primera gran crisis al ser destetado, y luego cuando haga sus aprendizajes en las etapas siguientes de evolución.

Vimos ya que la herencia genética va siendo moldeada y además de proporcionar las posibilidades del desarrollo y conductas características de la especie, será también el origen de las diferencias individuales.
También las presuposiciones que los individuos hacen sobre sí mismos serán fundamentales para lograr luego un buen funcionamiento social.
Estas presuposiciones son tres:

- Presuposiciones sobre la realidad: son sus puntos de vista subjetivos acerca de las cosas, la clase de persona que cree ser y el mundo que lo rodea.
- Presuposiciones acerca de las posibilidades: es una idea personal sobre como pueden legar a desarrollarse los acontecimientos, las posibilidades de cambio y el sentido de las oportunidades.
- Presuposiciones acerca de los valores: acerca de lo que resulta correcto o incorrecto.

Estos tres tipos de presuposiciones son básicos para la orientación de una conducta, ya que procuran un marco de referencia entre el punto de vista subjetivo y el medio en que se mueve el sujeto. El resultado de estas presuposiciones genera una sensación de identidad propia otorgando un ideal de sí mismo.
Los conflictos surgirán cuando haya discrepancias entre el ideal subjetivo y la realidad ambiental, ya que la no conciliación genera siempre un choque.

Vamos a volver ahora sobre otro de los factores formadores de la personalidad que es el “aprendizaje”.
Existen tres tipos de aprendizaje y puede ocurrir por habituación, como un aprendizaje asociativo o como un aprendizaje cognitivo. 

      -          La habituación es el más simple de los aprendizajes y ocurre cuando un organismo deja de responder porque se ha acostumbrado a algo. 

      -          El aprendizaje asociativo en cambio, es aquel en el cual un organismo establece una asociación entre dos sucesos, y los dos tipos de aprendizaje asociativo derivan del “condicionamiento clásico” y del “condicionamiento operante”.
Condicionamiento clásico: es el clásico ejemplo de Pavlov, en donde un animal en observación responde a un estímulo neutro, cuando a través de la repetición, lo asocia a otro estímulo esta vez incondicionado y procede a reaccionar en consecuencia cada vez que el estímulo neutro le es presentado.
Condicionamiento operante: Cuando una respuesta es recompensada es probable que se repita. Estas recompensas son llamadas “reforzadores” y pueden ser positivos o negativos, dependiendo de que resulten agradables o desagradables al sujeto. 

-          El aprendizaje cognitivo. Centrado exclusivamente en los procesos de pensamiento, es lo que ocurre cuando estudiamos o aprehendemos algún proceso intelectual.

 Los procesos patológicos

 Para ir cerrando este breve bosquejo que propugna una Psicología abarcativa, y alternativa a la ortodoxia, haremos una breve reseña de los conflictos más comunes en la psiquis del hombre.

- Alteraciones anátomo-patológicas: son generadoras de demencias y pueden comprobarse con Tomografías computadas o a través de diagnósticos post-mortem.
- Neurosis: originalmente considerada una enfermedad de los nervios, son las afecciones derivadas de perturbaciones funcionales del sistema nervioso, no acompañadas de cambios estructurales u orgánicos.
Freud descubrió que la neurosis no es una enfermedad del sistema nervioso sino un trastorno de la personalidad. Es un fenómeno originado por un conflicto y estrechamente relacionado con la frustración. No cuestiona la cordura del individuo.
Se reconocen varios tipos de neurosis originadas en: causas pretéritas, hábitos sexuales actuales, conmociones o traumas, rasgos del carácter y causas psicosomáticas.
 - Psicosis: son enfermedades capaces de generar una pérdida parcial o total del sentido de la realidad, y del control sobre la conducta. Se distingue entre las psicosis sin causa orgánica aparente, también llamadas funcionales,  y las debidas a causas orgánicas demostrables.
Las tres psicosis funcionales son la esquizofrenia, la psicosis maníaco-depresiva y la paranoia (esta última puede manifestarse también como neurosis).
En el transcurrir de la vida los conflictos nuevos o viejos, se van generando traumas, y obviamente será el profesional psicólogo quien deba encargarse de su resolución.
Sin embargo es bueno saber que unos mínimos conocimientos sobre psicología pueden ayudarnos en nuestro diario vivir y nuestro mundo de relación.

En este caso, no planteamos nuestro punto de vista desde la Psicología ortodoxa, que quizá adhiera en forma férrea a una sola escuela, sino buscando una Psicología abarcativa, planteada como una alternativa a la primera, que nos permita una expansión de la conciencia y una verdadera identificación con el universo.
En definitiva, procurar “Ser nosotros mismos” y así cumplir con una profunda autorrealización íntima del Ser. A veces ocurre que por centrarnos más de la cuenta en los medios para llegar a un fin, nos olvidamos del fin en sí mismo, que siempre es y será nuestro propio bienestar.

La Psicología que puede curar es aquella que cure el alma, y solamente una psicología espiritualista, puede lograr ese objetivo. Solamente una fusión a conciencia y sin fanatismos entre escuelas, corrientes y sub-corrientes que hemos recorrido en este escrito, nos dará la verdadera Psicología abarcativa para la optimización de la vida y la existencia toda.
Lo mejor de cada una será el afluente que finalmente formará el río de una Psicología más Humanista y efectiva. Ya hay Psicólogos que están en este camino, y corresponde que a ellos nos acerquemos para aprender y profundizar, más allá de la Psicología tradicional.
Espero sinceramente que este escrito, sirva a quienes estan eligiendo empezar una terapia psicológica, para poder elegir a conciencia, lo que mejor se adapte a sus expectativas, y a sus necesidades de recuperar la paz y el bienestar.

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